Aún virgen de nuestras miradas e incansables pasos de viajeros, el centro-oeste del país nos llamaba como sirenas a marineros. Entre las numerosas opciones, sucumbimos, para nuestro plan de "fin de semana sólo para dos", ante la voz de Las Vegas, aventajada en los ardides de la seducción y otros femeninos encantos.
Reina pululante del desierto Mojave, se levanta la ciudad brillante, colmada de los atractivos más variados para el vacacionista adulto -según habría de dictar la conciencia-. La ciudad nos prometía entretenimiento policromático. Absolutamente desinteresados ante el tema del juego (en total jugué $2.00 en dos maquinitas, sólo para no decir que había estado en Las Vegas sin haber probado mi suerte), preferimos enfocarnos en la amplia gama de espectáculos que la ciudad pone a disposición del visitante. Así, entramos en la perturbada psique del ilusionista moderno Criss Angel, cuyo sueño de agonía está repleto de seres desarticulados y retorcidos, representados por el siempre asombroso Cirque du Soleil. Encontramos vías energizantes de conexión con este mundo desmembrado en la explosiva puesta en escena del Blue Man Group, y, por supuesto, disfrutamos del abanico variopinto que ofrecen los fastuosos hoteles: las danzarinas fuentes del Bellaggio, la lluvia bajo techo en el Sahara del Miracle Mile; los asombrosamente amigables leones del MGM Grand; el dragón de Komodo del Mandalay Bay; los hermosos bebés de tigres blancos del Mirage; el romántico paseo en góndola por los impolutos canales del Venetian, y, por supuesto, nos deleitamos en los interminables buffets, donde la expresión "all you can eat" se redimensiona en gustos y proporciones.
Fueron cuatro días definitivamente especiales. Acostumbrados a los viajes familiares, de destinos y ambientes kids and pet friendly, tener unos dias de no ser papá y mamá sino una pareja de novios o recién casados, fue casi revelador. La ciudad nos desplegó todos su encantos y la disfrutamos aunque sin rendirnos ante sus múltiples tentaciones.
Pero para la mayoría de visitantes son otros los atractivos que esta ciudad-sirena ofrece: máquinas de juego hasta en los baños, prostitución legalizada, consumo desenfrenado de drogas y alcohol... un verdadero oasis en el desierto de tabúes, limitaciones religiosas y toda la gama de paradojas de la que está plagada esta cultura de moral antagónica. Así, la pérfida "Sin City" se redimensiona como antagónica válvula de escape para mantener el status quo moral y permitir la vuelta a la represión y los supuestos valores con el alivio de la garantía de "What happens in Vegas, stays in Vegas" (¿es que acaso ese Dios regente de la conciencia acomodaticia hace como los monitos y declara la política del NO VEO - NO HABLO - NO OIGO ante su rebaño perdido en "the Strip"?).
Eran pasadas las 4 de la madrugada cuando abrodamos el bus-shuttle que habría de llevarnos de regreso al aeropuerto. Siendo nuestro hotel la primiera parada del recorrido, nos deleitamos con los personajes que iban abordando. Un grupo de jóvenes ebrios nos llamó particularmente la atención, no sólo por lo elevado de sus voces, sino porque, remojada la verguenza en alcohol, nos hablaban con familiaridad inusitada. El conductor, acostumbrado a escenas de este tipo, tal vez para ser amable y prendar la atención de sus pasajeros o quizás para mantener vigilados a los jóvenes beodos y evitar algún accidente que pudiera requerir operativo de limpieza de emergencia en el vehículo, inquirió a todos los presentes: "Did you enjoy your stay in Las Vegas?". A lo que, sin siquiera pensarlo, el joven de tono más elevado (proporción tono de voz - nivel de alcohol en la sangre) respondió: "I don´t know, dude. I´m a small-town guy and this city is overwhelming".
Eso puede ser esta ciudad. Sirena de voz estridente, hechiza a visitantes de espíritu frágil con los sensuales embrujos de lo vetado. Levanta, arrastra, arremete, desconcierta y sobrecoge al temeroso feligrés, para luego devolverlo puntual y de punta en blanco al sermón del domingo, a la segregación, a los prejuicios, al temor al apocalipsis y al fuego infernal.
3 comments:
Se nota que la disfrutaron muchísimo! Me alegro mucho por ustedes.
!!!
Yo juraba que te habia dejado un mensaje ya hacia tiempisimo!!!
Vane, esta chevere tu blog - no te imaginas como les envidiamos la mini luna de miel ;)
Besos!
Me encantó leer esta nota de vacaciones!!!!!!. Yo que sólo engo la visión de la tele y esa serie que me gusta tanto " Las Vegas", ahora tengo la de sus ustedes.
Espero ir un día, y no arruinarme, porque a mí si que me gusta el juego jejeje.
Los quiero parejita de recién casados de las Vegas, por supuesto quiero además a todas sus otras facetas jejejeje.
Muakata.
Nancy
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