Friday, September 10, 2010

Memories in a suitcase


Hay fotos que tienen historia. Hay otras que cuentan historias. Esta en particular fue tomada para preservar un pedacito de mi historia.
Cuando mi prima, próxima a mudarse a otro país, me indicó que me mandaría por correo una foto de mi abuelo, yo no tenía ni idea del tesoro que se me develaría dentro de aquel paquete del servicio postal.
En primer lugar, no era una foto y ya. Era una foto enmarcada, en su marco original, con sello de "Manrique y Compañía, Foto Estudio - Caracas" y fechada en 1934. Mi abuelo sale guapísimo, joven, radiante. Su mirada es penetrante y decidida, el cabello, oscuro, no deja ver ni una de las canas que yo conocí en mis años de niñez. La foto está dedicada a mi bisabuela, la mamá de mi abuelo, como recuerdo de su grado de médico. La letra de mi abuelo es firme, como yo nunca llegué a conocerla, aunque la tinta ha sufrido los embates del tiempo. La dedicatoria reza: "Para mi mamá (palabra ilegible), en el año de mi grado. 1934 (firma)". El marco, la base y el sujetador del portarretrato (pues era para colgar a la pared) están un poco deteriorados. Pero es que hay que verle la cara a toda esa chorrera de años!
En mi foto también aparece una cajita plateada. Ese es otro de los tesoritos que quise poner a conversar en esta imagen. Es una cajita de instrumental médico, que en su tiempo cumplió una misión muy especial. En principio le perteneció a mi bisabuelo, el papá de mi abuela, dueño de una farmacia de pueblo de las de antes (pero que mucho antes...). Luego pasó a manos de mi abuela, quien, jovencísima y recién casada, la utilizó como alcancía matrimonial.... Allí mi abuela iba colocando semana a semana, pequeños ahorros de lo que mi abuelo ganaba como médico recién guardado. Esa cajita médica contuvo la inicial para comprar la casa de los sueños de esa joven pareja. La misma casa donde mi abuela ha vivido por más de 50 años, donde nacieron mis tíos, donde todos los miembros de la familia hemos pasado momentos inolvidables.
Así que el hombre de la foto era el médico recién graduado de cuyo sueldo, parte iba a la cajita plateada. Travesuras que le jugamos al tiempo, de vez en cuando, si se puede.

7 comments:

Mar said...
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Mar said...

Qué linda y entrañable entrada, Vane! :-)

giozi said...

Qué gracioso, cuando vi la foto me dije, será su padre?, pero la foto parecía más antigua todavía. También pensé, qué guapo ;)
Y cuando vi la cajita, la reconocí inmediatamente, y te lo difje por Flickr, pero creo que puse algo como de los instrumentos, no se si dije, mamá o papá. Mi padre también fue médico, mi madre obstetriz, lo que acá en España llaman matrona.
Precioso relato, preciosos recuerdos, atesóralos.

giozi said...

Otra vez yo. Sólo para darte mil gracias por tu comentario y me encanta que sea largo. Nos hemos dejado los nuestros al mismo tiempo.
Un beso, y ya me voy a mis cosas.

Vane G. said...

Gracias! Giozi, la verdad es que me asombró tu capacidad para el detalle en tu comentario en Flickr... Esta entrada fue un poco pensando en ti por eso.... Un beso!

Alejandra Click said...

Ay Vane, que preciosa historia y la fotografía no hablar, que belleza!!! (no la vi en flickr). Mi abuelo era farmaceuta y tenía su farmacia en una esquina del centro de Caracas, hace ya mil años. Todos mis abuelos ya partieron pero los recuerdo con mucho cariño y con recuerdos similares a los que cuentas en el post. Te imaginarás cómo me identifiqué con tu linda historia. Un saludo!

Rubrikka said...

La fotografía por sí sola me parece extraordinaria, pero al leer tu texto, mi imaginación voló.
Qué historia tan más encantadora.
¡Felicidades!