Thursday, November 25, 2010

Sobre el Día de Acción de Gracias y algunos de mis motivos para agradecer


(Pido disculpas por el arrebato de insertar esta entrada justo en medio de la publicación por entregas en la que he venido trabajando este mes, pero, como comprenderán, estas líneas tenían que ver la luz, y tenía que ser hoy).

En Estados Unidos hoy, como cada cuarto jueves del mes de noviembre, se celebra el Día de Acción de Gracias. Es una hermosa costumbre que hemos adoptado desde que llegamos a  este país  y que hoy en día sentimos tan nuestra como cualquiera de nuestras tradiciones familiares más arraigadas.
Los orígenes primitivos de esta celebración parecen remontarse a los festivales de cosecha paganos que se llevaban a cabo en la Antigüedad.  En muchas sociedades antiguas, vinculadas estrechamente a los ciclos de la naturaleza, estos festivales estaban asociados con la idea de agradecimiento a los dioses por las cosechas y en espera de inviernos benévolos.
En septiembre de 1620, peregrinos ingleses  de la rama más ortodoxa de la religión anglicana, zarparon en busca del “Nuevo Mundo” abordando el  “Mayflower” con la esperanza de encontrar una “nueva  Jerusalén” donde purificar su religión. Dos meses después, los viajeros avistaron la tierra añorada, después de una travesía inclemente. Pero el Nuevo Mundo recibiría a los peregrinos con un crudo invierno, que terminó con la vida de más de cuatro decenas de los colonizadores del Mayflower.
Un grupo de indígenas americanos de la tribu Wampanoag se dieron a la tarea de ayudar y asistir a los recién llegados. De ellos aprendieron técnicas de cultivo y almacenaje para los días más duros. Así, un año después de su llegada, los pioneros tenían mucho qué agradecer. 
En otoño de 1621, los peregrinos de la plantación Plymouth celebraron un gran festín para agradecer a Dios el haber sobrevivido a la travesía y a las inclemencias del invierno anterior, e invitaron a los miembros de la tribu de nativos que tan importante papel habían jugado en ese éxito. Algunos años después, esa comida en agradecimiento empezaría a repetirse en distintas ciudades, hasta convertirse en uno de los feriados nacionales más importantes de este país.


Sé que es resulta injusto, rudo y descortés frente las benevolencias de la divinidad, la naturaleza, el hado o el universo –según sea la creencia–, dedicar un solo día a agradecer los obsequios de toda una vida. En casa, procuramos dar diariamente las gracias por los milagros cotidianos que conforman nuestro día a día. Pero como hoy es un día especial, y recordando aquellos agradecimientos primigenios, quise dejar plasmados en este cajón algunas de esos motivos por los que  doy las gracias con todas las fuerzas de las que es capaz mi corazón:
1) Mi hija crece hermosa, sana, inteligente y feliz. No deja de asombrarme cada día con sus salidas, su tendencia innata a la comedia, su facilidad de adaptación, su habilidad para comprender todo lo que ocurre a su alrededor, su pasión desbocada e ilimitada por los animales, los ojos de ternura derretida con los que mira a su papá, su amor por las artes plásticas, la danza y su recién descubierto espíritu explorador de girl scout y la mezcla maravillosa de amor, respeto, seguridad y admiración con la que siento que me mira (…por favor, que no cambie nunca!)
2) Amo a mi Chino más que el primer día. Sus chistes me parecen tan graciosos como cuando estábamos en la universidad (o más), y aun después de casi 12 años de casados  y 16 juntos, me siguen revoloteando mariposas en el estómago cuando estoy cerca de él. ¿No es maravilloso?
3) Llevamos una vida feliz, nada nos falta. Trabajamos duro, pero hemos aprendido a dejar el trabajo  fuera de nuestro hogar, y cuando nos toca trabajar desde casa, sabemos disfrutarlo. Nuestro tiempo como familia es sagrado y aprovechamos cada minuto juntos para hacerlo único e irrepetible.
4) Hemos abierto las puertas a un estilo de vida más sano y consciente.  Los resultados a corto, mediano y largo plazo en nuestra salud, nuestra apariencia y nuestra actitud no dejan de maravillarme.
5) He descubierto actividades “solo para mí” que han enriquecido mi espíritu y me regalan momentos de paz y disfrute pleno. El yoga y la fotografía me han ayudado inconmensurablemente a descubrir y a descubrirme. A saberme única en el momento y en el ahora, a saberme parte de una realidad maravillosa ante la que solo es preciso abrir un poco los ojos del alma, una realidad donde el balance es posible, donde la belleza nace de los ojos de quien la mire y donde solo lo esencial es importante. No me lamento por haberlas descubierto apenas ahora, ni desearía que hubiesen llegado antes. Llegaron en el momento preciso y por ese cúmulo de circunstancias que permitieron esa llegada, mi agradecimiento es eterno.
6) Mis padres y mi hermana están cerca. No sólo en la relatividad de la distancia geográfica, sino en la certeza de la presencia afectiva. Saberlos y disfrutar de ellos en ese espacio físico y emocional, es una bendición.
7) Este cajón, en sus más de dos años ha ido cobrando vida y forma. Me ha permitido conocer a personas increíbles de quienes aprendo en cada línea aun sin saber cómo lucen sus rostros.  Ha sido mi rincón de desahogo, de reflexión, de aprendizaje, de autodescubrimiento. Él, que nació bajo el sino del (de)sastre, ha sido instrumento de orden, de compartimentización de sentimientos, de recuerdos, de prioridades y de experiencias en este viaje amorfo y sin itinerario preestablecido que es la vida.
8) Tengo amigos maravillosos, regados por todo el mundo. A muchos los veo con frecuencia, a otros he dejado de verlos hace muchos años, a algunos nunca los he visto en persona. Pero cada uno de ellos es una bendición, la llamita de una vela que ilumina y da calor al mismo tiempo.
Por todos estos motivos y por todos los que no aparecen aquí. A quien corresponda y a quien desee tomarlas, GRACIAS desde lo más profundo de mi ser.

6 comments:

giozi said...

Ohhh Vane. Qué lindo!!!
El día de acción de gracias con todos aquellos hermosos sentimientos que flotan es comenzar la navidad para mi.
Nunca he festejado un día de acción de gracias, pero claro, por la televisión siempre nos llega tanta de la cultura americana y esta fiesta me parece preciosa.
Qué feliz me hace saber lo mucho que estás enamorada, del día a día de tu niña encantadora, de tu relación de pareja, todo eso en medio de lo cotidiano, el trabajo que si no fuera por ello no comeríamos, pero que tantas veces se convierte en un veneno para las relaciones, y tu lo sabes llevar estupendamente.
Tengo que dar yo también gracias porque el mundo ha girado y se ha detenido en un momento y ha permitido que nos conozcamos, aunque no sea, todavía, en persona.

Un abrazo muy fuerte.

Unknown said...

Me has hecho llorar, jo...de verdad que es maravilloso conocer a gente como tú, que valora y siente las cosas así, por supuesto que es genial dar gracias por lo que tenemos, pero no debería ser un único día (aunque mejor 1 que ninguno!) Yo quiero conocerte, y sé que lo haré..(una vez me quite Cuba de encima todo lo demás que desee él será Miami, lo sabes bien..) Un besazo

mc said...

Conchale, se me aguaron los ojos Vane. Espero que tengas montones de Thanksgiving como el de hoy, con muchas cosas lindas de las que estar agradecida.
Yo agradezco al mundo por lo bien que escribes, y por haberte encontrado en el laberinto de la blogosfera. (No es Thanksgiving para mi, pero como tu dices, hay que apreciar las cosas todos los dias)

A mi aire said...

Ay Vane, como me gusta leerte. Las gracias te las doy yo a ti, por ser como eres y disfrutar tanto de tu vida, se te nota muy feliz y tansmites positividad.

Un beso

D. said...

Vane que bello este post! me llena de buena vibra y alegría. Tu forma de escribir y ser es inspiradora. tqm.besos

Vane said...

Hola Vane, te leí el otro día y no te he podido comentar hasta hoy!!
Me encanta este post, en el plasmas todos tus sentimientos y he disfrutado con cada uno de los puntos.
Ojalá nos tomáramos nuestro tiempo para agradecer como es debido todo lo que tenemos. Aquí no se celebra el día de acción de gracias, pero me encantaría,

besitos!