Un festejo peculiar se celebra por estos días en librerías, escuelas y universidades de Estados Unidos. Se trata de la “Semana de los libros prohibidos” o “The Banned Books Week”. Creada para honrar las bondades de la libertad de pensamiento (y por ende, la libertad de leer lo que nos venga en gana), la “Semana de los libros prohibidos” ha encendido durante los últimos años una chispa que recientemente ha encontrado en la red social de Twitter su mejor aliada para arder cual papel bajo el fuego de la Inquisición.
“The Banned Books Week” habla de censura. Censura aderezada de supuestas buenas intenciones, pero censura al fin. Por insólito que parezca, los inicios de este revolucionario festejo no se remontan a la Edad Media, ni a la España Católica del siglo XV. Nace en Estados Unidos en 1982, como respuesta a una progresiva y muy sospechosa “desaparición” de ciertos títulos de las estanterías. Títulos que por sus contenidos (sexuales, religiosos, raciales o violentos), desafiaban (y lo siguen haciendo) la norma y el status quo.
Su creadora y principal promotora, Judith Krug, fue una librera apasionada, miembro de la Asociación Americana de Libreros, quien, abrazando la Primera Enmienda de la Constitución de su país, salió a defender el justo y sacrosanto derecho de cada individuo a leer lo que, sencillamente, se le dé la gana (o de cada familia de permitir que sus hijos lean lo que el grupo considere).
Desde clásicos como Las aventuras de Huckelberry Finn y Matar a un ruiseñor hasta las series de Harry Potter y Twilight, se cuentan en centenares los títulos que, durante décadas han engrosado esta lista de parias literarios. Las causas, las más diversas. Contenidos sexuales o violentos, implicaciones raciales o religiosas han sido las herejías que los inquisidores modernos han hallado en estas páginas para pretender silenciarlas para siempre de sus universidades, escuelas, librerías o bibliotecas.
Uno de los títulos repetitivamente vetados es un libro infantil, And Tango makes three (en español, Tres con Tango), de Peter Parnell y Justin Richardson. Basada en un hecho real, narra la conmovedora historia de Tango, el pequeño pingüino criado en el Zoológico de Central Park por una pareja de pingüinos machos. Merecedor de múltiples premios y reconocimientos, el cuento también ha levantado fuertes controversias. Desde el 2006 ha encabezado la lista de los títulos más vetados en los Estados Unidos y entre los motivos argumentados por sus detractores se encuentran “la homosexualidad, ir en contra de los valores familiares y no ser apropiado para ciertas edades”.
Otro título, recientemente blanco de los dueños de la razón y dictadores de la moral, es Speak, de Laurie Halse Anderson. La novela, publicada por primera vez en 1999, narra la historia de una adolescente renegada por sus compañeros de escuela, en conflicto con unos padres con quienes la comunicación es prácticamente inexistente, en un ambiente predominantemente hostil. Todo esto la lleva a un mutismo deliberado. Como es de esperar, la novela ahonda en la problemática de los adolescentes actuales. Además, describe dos escenas de violación. Por ello, un profesor de Missouri ha emprendido recientemente una cruzada para expulsar la novela de las bibliotecas y los programas de secundaria de su ciudad, calificándola como “pornografía leve”.
Éstos son apenas algunos ejemplos de una lista que supera las quinientas entradas. Es por ello que la Asociación Americana de Libreros continúa promoviendo las actividades de la “Semana de los Libros Prohibidos”, para centrar la atención (y, estemos claros, atención se traduce en publicidad) en libros que por algún motivo y en alguna región han sido silenciados. Afirma Roberta Stevens, presidenta de la Asociación Americana de Libreros: “No todos los libros son para todos los lectores, pero tenemos el derecho de pensar por nosotros mismos. ¿Cómo es posible vivir en una sociedad libre y desarrollar nuestras propias opiniones, si se nos quita el derecho de escoger los materiales de lectura para nosotros mismos o para nuestras familias?” (la traducción es mía).
La “Semana de los libros prohibidos” viene finalmente a recordarnos que, por paradójico que parezca, en el país de las libertades, vivimos en una sociedad plagada de prejuicios y coerción. Comprueba que el Gran Hermano es mucho más que una ficción de Orwell o una aberrante serie televisiva, es el ojo incisivo que juzga lo que se sale de la norma. Reafirma el poder de la palabra y de la literatura como llamas de revolución, incendiarias chispas de conocimiento para abrir los ojos a un mundo que va mucho más allá de los límites del pueblo, de lo que estipulan las reglas y de lo que pregona el pastor.
4 comments:
Como padres hay cosas que queremos que no lleguen a las manos de nuestros hijos y eso se puede entender, pero hay que ser realistas, el mundo nos muestra día a día por las noticias, la televisión cosas espantosas. Nos gusta lo desconocido, lo prohibido, cuanto más se vaya contra un libro más interesante nos será. No estoy de acuerdo con muchas cosas, o libros considerando el tema, y simplemente no los leo, y si es por nuestros hijos debemos preocuparnos por qué ejemplo damos como padres, qué valores estamos dejando, cuál es la calidad de comunicación que hay con nuestro hijos. Hoy por hoy ya no hay nada oculto, el libro siempre estará ahí, el video, internet, no podemos esconder todo.
El otro dia vi el libro de Tango en la biblioteca. Me parecio dulcisimo. No solo eso, es una gran herramienta educativa.
El tipo que esta en contra de Speak (al cual no he leido) es un enfermo. La pornografia esta en los ojos del que mira o lee. Si una escena de violacion le parece excitante, entonces el problema es suyo, no del libro.
Besos Vane, es una maravilla leerte.
Muy interesante tu post. Me parece injusto la doble moral que manejan algunas personas o grupos. Uno debe tener la libertad de elegir y respecto a los hijos, ellos al final son individuos y los padres están para orientarlos.
Saludos
Como siempre un deleite leer tus entradas. Gracias!
Me encantó el logo de la campaña... ves al final el "OM" Herejes!! ja ja ja :p
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